jueves, 11 de noviembre de 2010

Cómo hablar para que sus hijos le escuchen y cómo escuchar para que sus hijos le hablen

Los padres de adolescentes se quejan continuamente de que sus hijos parecen desconocidos y resulta casi imposible comunicar con ellos. A menudo reconocen no haber cimentado la comunicación con ellos de una forma eficaz desde la más tierna infancia. Es fácil que en la vida actual, en la que disponemos de poco tiempo y se estila la ley del mínimo esfuerzo, acaben por decirse las cosas rápidamente, sin pensar y sin sentido común; lo cual nos trae luego una serie de consecuencias negativas que no siempre estamos dispuestos a afrontar.
Los libros que exponemos hoy: “Cómo hablar para que sus hijos le escuchen y cómo escuchar para que sus hijos le hablen” (enfocado a padres con niños de Primaria) y su secuela para adolescentes, nos dan multitud de consejos muy concretos, e incluso ilustrados, de cómo podemos reconducir una situación de comunicación anómala, y mejor aún, de cómo prevenirlas.
La ventaja de este recurso es que no se queda en la superficie, dando asesoramientos globales o poco prácticos, sino que escenifica casos de la vida cotidiana como ejemplos para abordar los sentimientos, fomentar la cooperación, hacer críticas, encontrar alternativas y comunicar, en definitiva, lo que haya que comunicar en cada momento.






Para ver las viñetas picar en la foto.


1 comentario:

  1. Tuve un profesor en la Facultad de Teología de Cartuja del que guardo un recuerdo y una enseñanza admirables: nada más entrar a su despacho, te pedía un momento y apagaba el ordenador... Tú le decías que era poca cosa, que no hacía falta... Y él contestaba: "De todas formas, espera un momento y te atiendo como es debido..."
    Creo que a muchas familias y a muchos profes les falta eso... simplemente escuchar... Luego se podrá añadir la asertividad, la positividad y la quetedélaganaidad... Pero lo primero es lo que falta muchas veces... ¡Ánimo papis! ¡Ánimo profes!

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